viernes, 15 de diciembre de 2017

TODO LO QUE QUIERO POR NAVIDAD

Pronostico que dentro de diez días, algunos de vosotros estaréis a punto de sentaros a la mesa. Calcularéis con ojo crítico la cantidad de turrón que podréis comer sin sentiros mal, el rato que debe pasar entre un plato y otro. Diréis que os gustan los regalos y puede que los vea colgados en “Wallapop” antes de la hora del café. Y brindaréis por la Navidad. Llamaréis a los que están lejos. O les mandaréis mensajes, todo vale. Abrazaréis a los cercanos y seguramente os dormiréis delante de una película alemana donde una madre soltera vuelve a creer en el amor gracias a Papá Noel y a una carta escrita por su hija. Después os quejaréis de las fiestas, calcularéis con muy mala leche las horas de gimnasio que os costará deshaceros del “un día es un día” y tiraréis los envoltorios rasgados de vuestros regalos a la basura.
Y volveréis a quejaros de la pereza que os dan las fiestas y de lo contentos que estáis de volver a la normalidad.

Pero pienso que siempre hay maneras distintas de vivir las mismas experiencias.
Y yo soy de la legión de adultos que cree en la Navidad sobre todas las cosas. No son los regalos. Es la alegría. La buena energía. Son los abrazos. Los mensajes. El ruido de las copas que chocan al brindar. Estoy convencida de que el ruido de un brindis tiene poderes mágicos.Al fin y al cabo, estáis brindando por la esperanza. Es la música y son las luces en la calle. Las películas que hacen reír. Las películas que hacen llorar. Los encuentros con gente que añoras todo el año. El decirle a tu madre que todo lo que ha cocinado está fantástico y hacerla callar cuando como cada año dice: “este año no sé si me ha salido bien”. Aunque sepa que sí. También es seguir algunas tradiciones como escapar de casa el 25 por la mañana para ir a tomar café. Y que la gente te salude con un “Felices fiestas”, aunque no te conozca. Es disfrutar de los turrones porque “un día es un día”, y ya habrá tiempo de quemarlos después. Y si no se queman, pues me parece perfecto porque el invierno es largo y frío. Es esa época en la que tarareas sin darte cuenta a Frank Sinatra, a Michael Bublé y a Mariah Carey. Y además sientes amor. Y pocas situaciones te enfadan. Porque por tradición, en los diez días que nos quedan hasta el día de Navidad, tendríamos que obligarnos a ser optimistas. A ver el lado bueno de todo. A ponerlo fácil a la vida. Y a soñar en imposibles. Y seguir soñando hasta que se hagan realidad.
Lanzo desde aquí mi felicitación para todos. Me gustaría brindar con cada uno de vosotros. Así que desde aquí brindo, os miro a los ojos y os mando mis mejores deseos.
Mi deseo es que seáis capaces de amar y de imaginar. De apreciar y de agradecer aquello que tenéis.
Mi orden es que os pongáis de buen humor cuando terminéis de leer este post. Quiero que os contagiéis de sonrisas y abrazos. Que no os de miedo ser cursis. Que os dejéis llevar.   
  

Y naturalmente ahora más que nunca: Sed Felices.



lunes, 4 de diciembre de 2017

TERRAPLANISTAS VS. SENTIDO COMÚN.

Lo bueno que tiene la vida es que muchas veces te sorprende. A veces para bien, a veces para mal, pero la cuestión es que no te dejen indiferente las cosas. Y nada indiferente me dejó el trending topic de la semana pasada de “Earthflatters”. Los terraplanistas defienden la postura de que la tierra no es redonda. Naturalmente, al principio creí que se trataba de una broma. Pero se ve que hay un alto número de seguidores de esta teoría. Cosa que reafirma dos cosas: mi poca fe en el sentido común de la humanidad y que mucha gente SÍ puede estar equivocada.
Me he leído un montón de foros y páginas web que me han dejado más confusa de lo que estaba. No sobre la redondez de la Tierra, sino sobre los límites de la estupidez de alguna gente. Ya puedes hablarles de pruebas irrefutables, ya puedes apelar a los “Startrails”, al efecto coriolis y al sentido común. Ellos siempre te rebatirán tus razones. Seguramente gritando, que es la manera que tiene la gente de expresar las tonterías.
Pero la cosa va más allá. Existe una página web la www.theflatearthsociety.org donde encontrarás (en inglés) montones de razones por las que un señor llamado Samuel Shenton fundó en 1956 esta asociación, o más bien le puso nombre a otra que ya existía: la “UKS” (Universal Zetetic Society) que vendría a ser como un club de escépticos fundado por otro señor: Samuel Birley Rowbotham  apodado “Paralax”. Claro que este hombre nació en 1816 y también se dedicaba a vender elixires mágicos que lo curaban todo.
Volvamos a la página web. Ante la pregunta de que cómo no han visto quienes han viajado al espacio que la tierra era plana, ellos contestan con un “Se trata de una conspiración”. Ante la pregunta de las evidencias fotográficas, ellos responden que no creen lo que ven en las fotografías. La explicación del día y de la noche sería que el sol da vueltas concéntricas sobre nosotros (para que lo entendáis, imaginad a un buitre planeando sobre su cena) pero no llega a iluminar toda la superficie de la tierra. Olé sus… eso.
Pero como más arriba está el link con la dirección web pues os lo leéis y ya os formáis una opinión.
Por cierto si alguno de vosotros hace alguna búsqueda del tema en internet id con cuidado. Yo navegando por la red he encontrado teorías tan curiosas como “el nuevo orden mundial”, la existencia del “Shambhala” (no confundir con la atracción de PortAventura) y las civilizaciones avanzadas que viven en el interior de la Tierra. A los seguidores de la teoría de la Tierra hueca me encantaría verlos discutir con los terraplanistas. Así, en plan tertulia de tarde. ¿Algun programa se anima?
Voy a despedirme diciendo que respeto todas las opiniones, pero respeto más a la gente que no dice burradas y opta por estudiar antes que creer cualquier cosa que se publica en internet.
Hoy repito canción, pero es que creo que va con el tema y además me encanta. 

Feliz semana, leed, abrid vuestra mente y sed felices. 




EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...