lunes, 16 de octubre de 2017

SITGES 2017

Hay cosas que casan bien. Por ejemplo el café y las mañanas, el jazz y el vino tinto y naturalmente el cine y el mar. Es por eso quizá que disfruto mucho del “Festival de cinema fantàstic de Sitges” que este año cumplía su 50 aniversario. Y esperemos que cumpla muchos más.
Tengo para vosotros algunas recomendaciones y algunas advertencias. Ante todo no hay que dormirse a la hora de comprar entradas o terminaras viendo lo que encuentres y será como una ruleta rusa cinematográfica. Dentro de la ruleta que me tocó vivir; dos películas, la primera: “Housewife” del turco Can Everol. Este señor, arropado por las actrices principales y su madre desde el patio de butacas contaba ya con unos fans de esos que le conocen por su película anterior. Yo no lo conocía de nada, pero al ser una novata y espectadora amateur tampoco me preocupé. La película cumplía con las dosis de sangre que esperaba el público y empezó bien, pero después ya me perdí en el mundo onírico de ese señor e iba mirando las reacciones de la mamá que estaba entre orgullosa y preguntándose “¿De dónde le viene tanto trauma a mi niño?. Si la véis es bajo vuestra responsabilidad. Pero los fans parecían medio contentos. 
La segunda en la ruleta rusa: “Real” del coreano Sa-Rang Lee. A quien tampoco conozco, para que nos vamos a engañar. Esta historia me dejó con ganas de ir a ver un Marvel y así al menos ya sabes a lo que vas. También pensé si es esa la razón por la que quiere bombardear Donald Trump Corea, pero luego vi que no era la misma. La primera escena me encantó. Prometía. Y eso es todo. Porque a partir de esa escena, la película fue desarrollada y terminada según mis agudas deducciones por las señoras de la limpieza del director a quien les deben encantar los desnudos muy sexis (eso sí) y los brownies de Marihuana para merendar. Porque no entendí nada. Nadie lo hizo. Hubo pocos aplausos y muchos bostezos. Se dice que es la peor película de la historia del cine coreano en diez años, cosa que me hace pensar ¿Qué película peor que ésta filmaron diez años atrás? Mejor no saberlo.
Pero lo bueno de ir a ver pelis a ciegas es que te encuentras también buenas sorpresas. Por ejemplo “Love and other cults” de Eiji Uchida, donde la falta de sangre se compensa con violencia muy explícita, pero diremos en su favor que también sabe combinar bien el humor, el amor y la supervivencia del ser humano. Tiene una frase tan buena que me quedó grabada en la mente “En Tokio cada día se pierde un alma, pero también cada día puede salvarse otra”. ¿No es eso un buen resumen de la vida misma?
La otra sorpresa de la que no voy a decir mucho es “What happened to Monday?” de Tommy Wircola. Futura sociedad distópica con un control de natalidad muy especial. La gran interpretación de la actriz Noomi Rapace y la historia hacen que pases dos horas en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, más acción que diálogo. Cosa que va bien cuando el señor de delante mio ha decidido creparse el pelo para que yo no pueda leer los subtítulos.
Para el final me guardo mi joya de la corona. “Loving Vincent” de Dorota Kobiela y Hugh Welchman; a partir de la muerte del pintor Van Gogh conocemos un poco más su vida. Es una película de ritmo calmado que no lenta, donde la gracia también está en que fue rodada por actores pero pintada encima artesanalmente y fotograma a fotograma por 100 pintores durante 4 años. Y puedes ver los cuadros de Vincent Van Gogh cobrando vida. Si con esto no te convenzo, ve por la bondad, por la tristeza, por la belleza, por la alegría del color y porque yo te la recomiendo y con eso ya no deberías dudar. Al fin y al cabo te he salvado de “Real”.
El sábado por la mañana antes de empezar la película le dieron el premio honorífico a Tony Isbert. Nieto de Pepe Isbert e hijo de María Isbert. El señor dijo estar agradecido y sorprendido, había estado en el festival desde siempre y fue emocionante verlo emocionado. Sus papeles de joven de galán y de mayor de malísimo de la historia, son un referente del teatro, el cine y la televisión. Me quedo con su frase "He sido un aspirante al bueno y un meritorio del malo".

Para resumir un poco diré que hubo algo en común en alguna de las películas que vi en Sitges. A más de un personaje interpretado por el mismo actor o actriz y como conoces a una persona a través de lo que la gente te cuenta de él. Eso me hace reflexionar un poco y preguntarme sobre quién somos en realidad o quién creemos ser. Si interrogo a algún amigo sobre ti ¿Qué va a contarme? ¿Sabemos cómo nos perciben los demás? Y en caso que sí, ¿nos gusta? Me atrae tanto el tema que puede que le dedique un post más adelante. Con trabajo de campo incluido.

Mientras tanto, me despido de vosotros con un consejo. Id al cine. Solos o acompañados. De buen o de mal humor, de día o de noche. Disfrutad de las mil historias y viajes que os va a regalar la gran pantalla. Y sobre todo sed felices.


“Be clearly aware of the stars and infinity on high. Then life seems almost enchanted after all.” 
 Vincent van Gogh


No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...