martes, 22 de diciembre de 2015

Feliz Solsticio, Feliz Navidad, y en resumen feliz todo...

Solsticio de invierno. Ese momento mágico en que el otoño nos da un beso de despedida y se marcha al infinito. Ese instante en que estamos en tierra de nadie, en que no es otoño ni es invierno, o son los dos. Sí, ese momento Schrödinger. Soy muy aficionada a esas paradojas. Si me lee algún científico, que se abstenga de explicarme que en realidad no existe un momento así. No me importa. Al pensarlo yo, lo he hecho real. Mi mundo, mis reglas. Y en mi mundo, la luz poco a poco gana a la oscuridad. Eso, es así.
Estamos ultimando preparativos para el día de Navidad, esta mañana, yo misma, compraba regalos y a mi lado alguien decía, quiero algo más caro que es para alguien de compromiso. He pensado en preguntar a la señora qué quería decir con eso.
Todos los regalos que yo hago, las felicitaciones que escribo, a veces en forma entrada en mi blog, no tienen ningún compromiso, y a la vez son para alguien importante. Toda la gente que me lee, todos los que me felicitan la navidad, los que me envían un whatsapp en cadena, los que me han comprado algo, todos, han gastado unos segundos preciosos de su tiempo para mí. Segundos que no volverán. Y si alguien decide tomar un café conmigo y me regala su tiempo, se convierte automáticamente en la persona más importante del mundo.
Así, cargadísima de buenos propósitos me propongo empezar mañana mis vacaciones. Tiempo que voy a dedicar a escribir, a celebrar que hoy es hoy y a cumplir esos pequeños rituales que hacen mi vida mejor. A estar con gente, a charlar de la nada y del todo. Y a positivizar, que es la única manera de vivir.
Os deseo unas fiestas geniales. Leed, ved películas, escuchad música, comed chocolate, venced a la oscuridad, compartid momentos y generad recuerdos, porque un día miraréis atrás y descubriréis que vivisteis grandes tiempos.
Os dejo una de mis canciones preferidas para estos días, tiene ese encanto de la “ñoñez” que tienen todas las canciones de navidad, pero en el fondo tiene una historia interesante, un día os la cuento.
Felices fiestas



miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cosas que una piensa a las 04.00 a.m.

¿Qué haces cuando te despiertas a las 4.00 a.m, y no puedes volver a dormirte?
Yo suelo pensar en todos los errores que he cometido en mi  vida, así añado la ansiedad al insomnio. Alguien me dijo que pusiera la tele. A esas horas hay conciertos de jazz, que me despiertan, lecturas del tarot, y noticias del día anterior. Hoy daban un documental sobre las Termópilas, y cómo Leónidas aguantó frente a los inmortales persas de Jerjes. Se llamaban inmortales, porque siempre eran 10000, y si uno moría, lo sustituían rápidamente. Los espartanos eran 300. Hay una película por ahí que imagino que lo explica mejor, pero no la he visto. El documental me ha mantenido despierta unos 40 minutitos más. Después por suerte, Discovery ha programado un programa de animales y he podido volver a dormirme, con imágenes de ciempiés gigantes.
Pero vamos a animarnos, que estamos en la semana antes de la Purísima y la Constitución. Y nos vamos de bodorrio, se casa uno de mis mejores y más antiguos amigos. Sólo a él le perdono que me haga vestir de largo, andar con tacones (dios nos coja confesados) y pillar un Ave en pleno puente. Olé tu. Pero no podría enfadarme con él aunque quisiera, porque para mí sigue siendo el chico de 16 años que me presentaron como, “Os vais a caer bien, le encanta Dr. en Alaska”. Y así fue. Gracias Vicenç y Julio por invitarme, os deseo no sólo lo mejor, sino también lo más divertido y que vuestro matrimonio sea como una comedia musical con canciones, bailes y finales felices.
A parte de pasar ratos entre pruebas de vestidos, y búsqueda de complementos no he tenido tiempo para demasiado. Reconozco que estoy perdiendo el contacto social, menos mal que hablo con la gente del gimnasio a primera hora de la mañana.
Pero la verdad es que esta semana me llegó un regalo muy especial, que alegró mi lunes como si fuera viernes noche, el libro “Cenital” de Emilio Bueso, una apocalíptica visión del futuro, no me atrevería a decir que es ciencia ficción, porque encuentro demasiadas verdades en él. Y confieso que me está enganchando desde la primera página. Gracias Juanra, me encanta que hayas ido a Gigamesh y hayas pensado en mí.
Y ya veis, ahora que releo lo escrito, creo que tengo suerte de tener buenos amigos, así que tan malas decisiones no habré tomado en mi vida, voy a anotarlo mentalmente por si hoy mi cerebro se despierta a las 04.00 a.m. con ganas de guerra.
Me despido de vosotros, y os deseo un feliz fin de semana largo, lleno de risas y grandes momentos.

¡Hasta la vuelta!

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Murakami, mis sueños y l'esprit d'escalier.

Hace días que tengo un sueño recurrente. Estoy en una especie de reunión con amigos y entra Murakami, el escritor de los gatos y el jazz. Trae una bandeja llena de cafés tipo Starbucks y los va repartiendo, a todos, menos a mí. Yo me despierto con la rara sensación de que ni me ha visto. Este sueño difiere de los otros que tengo porque no salen portales a otros mundos, ni famosos en batín. El famoso en cuestión suele ser Jason Statham, para que nos vamos a engañar. El caso es que me despierto siempre con la frase preparada para increpar a Murakami y preguntarle, por qué soy la única a que se queda sin café. Pero él, ya se ha ido, al sueño de otro supongo.
Pues lo que són las cosas, que estaba yo pensando en esa sensación de encontrar la palabra correcta cuando alguien ya no está, y hace nada, leyendo un comic me entero que a esa situación se le llama, “L’esprit d’escalier”. No sé si hay alguna frase que lo explique en castellano, tendré que enterarme.
Cambiemos de tema, ya es mi época preferida del año, la pre-navidad. Incluye el Black Friday con descuentos en las tiendas, lucecitas en los árboles y personas que empiezan a quejarse de lo hipócrita que se vuelve la gente en estas fechas. También incluye el anuncio de la lotería, a estas alturas imagino que todos habréis visto al pobre Justino en la fábrica de maniquíes. ¿Soy la única que piensa que a la mañana siguiente habrá que ordenarlos? Seguro que sí. Pero me gusta más que el del año pasado, eso sí.
Y como los cielos estan grises vamos a pillar manta y sofá, y peli, por supuesto. Hace nada vi “Sólo los amantes sobreviven” de Jim Jarmush. Lejos de ser una historia de vampiros típica, Jim nos muestra a una pareja muy culta y nos habla de la vida y de la soledad. Recomendable. Y por supuesto fui a ver “Spectre” de 007. Ahí estaba yo bostezando y pensando, ¿el Craig era mudo? Y ¿Volverá a quitarse la camiseta?. Lo de mudo es por sus diálogos casi inexistentes, y esa mirada perdida en plan “Ahora no se muy bien que hago aquí, ¡oh una tía buena, voy a tirármela!”. Y lo de la camiseta por la intro. Miradla. Seriously.
Eché en falta más papel para Christoph Waltz, ese magnífico robaescenas que está altamente desaprovechado.

Y hasta aquí mi crítica. Voy a por un café. Dejaré uno pagado a ver si Murakami esta noche me lo trae. Sed buenos, felices y por favor disfrutad de la prenavidad sin quejaros. 

viernes, 6 de noviembre de 2015

Mi gran noche escarlata, la visita a Cuenca y lata65, no, no hablo de nada más.

Según Darwin, no es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que se adapta mejor a los cambios. No sé si el ser humano tiene ese tipo de habilidad, pero muchas personas, sí. Por ejemplo, sin hablar de grandes gestos, veo por los posts de Facebook que Alex O’Doherty se equivoca de tren y tiene que bajar en Cuenca, para esperar a otro Ave  que le traiga de vuelta e ir a Valencia. El hombre se va de paseo, cuelga selfies y fotos y estoy segura que lo disfruta. Me imagino a mí, en la misma situación, abrazada a las rodillas y mirando la maleta, pensando, no tengo tiempo de visitar Cuenca, y voy a perder el próximo tren.
Admiro a la gente que es capaz de vivir cualquier situación, de coger lo bueno de los giros de guión y disfrutarlos. Hago mucho trabajo interior para intentar ser un poco más así y menos controladora. Incluso a veces voy cómoda de copiloto. Es un avance, creedme.
Hablando de adaptarse al cambio, jubilarse puede ser una gran época para probar cosas nuevas, me he enterado de una magnífica iniciativa que ha nacido en Portugal, el proyecto lata 65. Visitad su página de Facebook si podéis: https://es-la.facebook.com/Lata65/ .
Se trata de unos talleres para mayores de 65 dedicados al grafitti. Teoría, o sea que estudian y ellos sí saben quién es Bansky, y práctica, ala, a pintar el mundo de color que falta le hace. He oído que quieren importar esta iniciativa a nuestro territorio, y ojalá vea un día a mis padres armados con botes de pintura spray y una camiseta con el eslogan “No más muros grises”.
Y hoy hablaré de cine, que es viernes. Tres películas. La primera, “La cumbre escarlata”. Yo iba ilusionadilla para pasar un poco de miedo, pero en su lugar me encuentro una historia de amor muy Jane Austen, con unos fantasmas que se deshacen y una historia muy previsible. Lo siento, es así. Los actores lo hacen bién, la fotografía estupenda y además sale Tom Hiddleston y ese señor siempre vale la pena verlo en pantalla grande. Nada más. Guillermo del Toro esperaba más de tí. Venga, id a verla y comentamos.
La segunda, “La visita” de M Night Shyamalan. No voy a decir nada, sólo que igual que en “El sexto sentido”, pillé rápidamente el giro de guión. Pero me regaló unas risas y unos sustos. La recomiendo.
Y la tercera, mi favorita, “Mi gran noche”, de Alex de la Iglesia, obra coral divertidísima a la par que ácida. Con grandes momentos. Claro que todos los actores que salen son fantásticos y así, ya tienen medio camino andado. Pero ver a Raphael tan maligno, que a mí me recordó un poco a Darth Vader, la verdad, fue muy grande. La gente con sentido del humor para reírse de ellos mismos, son escasos y valiosos, hay que cuidarlos. Os dejo el enlace del tráiler, entre las tres el más alegre y musical.

Nada más por hoy, os aconsejo que empecéis vuestro fantástico fin de semana, pintando, viendo películas o lo que más os apetezca, ya luego si queréis, me lo contáis. Sed felices.


martes, 27 de octubre de 2015

No podemos comer fuet, pero podemos leer "Proyecto Marte"...

Esta semana viene con ganas. Resulta que la OMS ha dicho que la carne procesada es tan peligrosa como el tabaco y que puede causar cáncer.
Pues mira tú que bien. Todos a ser veganos. Y runners. Y a beber zumos de alfalfa.
Dios, como añoro los años felices. Esos en que no se sabía que todo lo que nos rodea era maligno. Creo que tenemos una sobredosis de información. Entiendo que esos señores están ahí dándonos esas noticias como una madre que vela por nosotros y nos advierte de los peligros. Pero es que esto ya es pasarse. Y yo me digo, bueno, no nos alarmemos, la cuestión es hacerlo todo con sentido común, pero luego me paro y pienso... ¿Cuánto hace que no te tomas un gintónic Sofi? Pues mucho, porque pienso que son calorías vacías, que los destilados castigan mi cuerpo, y si me lo tomo ya no lo disfruto igual. Jo, con lo que hemos sido. Me imagino en unos años, nos juntaremos fumadores comiendo bocadillos de fuet, a la puerta de un restaurante mientras los runners veganos entran a pedirse una ensalada de algas. Y nos miraran como yo miraba a los drogadictos en los 90. Pensando, ¡qué pena!.
Y si algo queda claro, es que no me caen bien ni los veganos, ni los runners (Bueno a estos los envidio un poco, yo soy incapaz de correr 100 metros sin suplicar por mi vida), y por supuesto las algas. ¿En serio? ¿Con esa textura gelatinosa? La parte buena del tema, por sacar algo, son los memes que hay por la red, y el hashtag #FreeBacon. Daos una vuelta por twitter. Y reíd un poco que eso aún no es malo.
Pero terminando mi oda a la charcutería vamos con la buenísima noticia de la semana. Sí, el universo es sabio y las cosas malas las equilibra con las buenas.
@LJSalart, saca hoy mismo su libro "Proyecto Marte", este chico no podría ser más oportuno, y como soy de las privilegiadas que lo ha ido leyendo  a medida que tomaba forma me puedo dar el lujo de recomendarlo. ¿No tenéis curiosidad por conocer a Usha Leber? Seguro que sí. Se puede comprar en la tienda @GigameshTienda de Barcelona a partir del 5 de Noviembre, donde además lo presenta a las 7 de la tarde. Y por supuesto también lo podéis descargar en @AmazonESP. 
Y en @lektu pagando con un tuit, no sé a qué estáis esperando. Para más información ljsalart.com
Y después de esta sabia recomendación, voy a prepararme para mi cumpleaños, que es el día 30. En viernes. Sí, los mensajes, canciones y regalos serán bienvenidos y prometo no ser falsa y decir, "¡Oh, no hacía falta!". Os dejo para que disfrutéis del final de Octubre, con los cielos grises, la gente que reivindica la "Castanyada" frente a Halloween (de verdad, que cansinos), y el olor a chimeneas recién encendidas.

Sed felices.

martes, 13 de octubre de 2015

Cuando miramos atrás siempre hace sol.

Hay sabores que te acompañaran siempre, en mi caso, el de la masa cruda de los panellets que hacía mi abuela cuando terminaba Octubre. En cuestión de sabores y recuerdos seguro que Proust lo dijo todo con su famosa magdalena. Pero hoy me propongo darle una vuelta y hablar de esos gatillos de la memoria. Ese instante que te hace volver atrás y recordar un pasado muy ideal y poco apreciado cuando era presente.
Octubre, no sólo son panellets esa bomba calórica de almendra y azúcar. Yo los odiaba, porque con la excusa no tenía pastel de cumpleaños, y cuando me tocaba hacerlos a mi, desde el momento de amasar ya me ponía de mal humor. Ahora es distinto, aunque no es mi dulce preferido, cada vez que lo pruebo vienen a mi cabeza imágenes de mi abuela vigilando el horno. El secreto del panellet es no despistarte en el momento de la cocción. Avisados quedáis. Pero también está el aroma. Azúcar mezclado con el humo de los chicos que venden castañas tostadas en la calle para financiar sus viajes de fin de curso. El aroma que tiene la primera bufanda, que a veces huele al perfume que llevaba puesto el último día que me la puse. Mamá, si lees esto, ya sé que tengo que lavarlas antes de guardarlas, pero ya sabes que no lo hago. No grites. Otros aromas de Octubre son los de los tallos de los claveles. En serio, cuando cortas un clavel tiene un aroma característico. Y por todos los santos desde siempre he asociado los claveles cortados con los cementerios, si alguien se anima a regalarme flores que no sean claveles, por supuesto los girasoles y las margaritas siempre serán bienvenidos.
El aroma del frío, eso me lleva mucho más atrás, a cuando era muy pequeña y Octubre era un mes en el que solías ponerte el primer abrigo. El aroma de los tebeos recién comprados en la plaza mayor los domingos, cuando mi padre compraba el periódico. El del barro en los zapatos. El de canelones y cava frío. El de los caballitos, churros y algodón de azúcar. Porque venían las fiestas. 
Si es que es imposible que no me guste Octubre. Es un mes que tiñe los recuerdos de colores perfectos.Y es que el pasado, en nuestra memoria, suele ser soleado. Os dejo para que penséis en vuestros propios detonadores de recuerdos. Y espero que todos sean felices, como vosotros.


lunes, 5 de octubre de 2015

Eres lo que eres, y a veces no eres quien tú crees.


Eres lo que escuchas, así que según Radio 3, cada vez que subo a mi coche soy Radio 3. Eres lo que comes, así que debo ser una tabla de quesos y un Ribera del Duero. Eres lo que lees, soy Neil Gaiman. Me hace mucha gracia esta frase de “Eres lo que…”, esta necesidad de definirnos que tenemos todos. No disimuléis vosotros también. Aquello que nos define, nos suele limitar, y a veces nos impide conocernos de verdad, yo el otro día estaba conduciendo y cantando a voz de grito a la Carrá. Salió por la radio, lo prometo. Y pensé, “Vaya corte si alguien me oyera ahora”. Canto fatal. Voy a mantenerlo en secreto inconfesable. Así que por favor, no se lo digáis a nadie.
Mi personalísima y nada fiable teoría es que en el fondo somos lo que nos falta. ¿Por qué? Pues creo que lo que nos falta, y la lucha por conseguirlo, es lo que marca mucho más nuestra vida que cantar, leer o comer. O sea, que es verdad que estamos hechos del material de los sueños.
Frase cursi, lo siento, pero es Shakespeare, lo podéis pasar por alto.
Y como ya os he dado un poco en lo que pensar, vamos a temas más ligeros. El dilema moral que nos plantea Woody Allen en su “Irrational Man”. Me recuerda un poco, salvando las distancias, al viejo ejercicio, de “¿Qué salvarías de un incendio: un cuadro de Van Gogh o a Hitler de pequeño?”. He cambiado la respuesta a lo largo de toda mi vida. He salvado a un joven Hitler, creyendo que podría reeducarle, y he salvado el arte, porque a veces pienso que Hitler debió morir de pequeño. Ahora mismo, volvería a salvar a Hitler, que al fin y al cabo de niño, no es más que una persona inocente. Pero mañana puedo cambiar. ¿Qué no habéis visto “Irrational man”, pues ala, a verla, que Woody ya está mayor y nos quedan pocos estrenos de este hombre.

Y termino mi post, que se me hace tarde. Os dejo con la banda sonora que estaba escuchando mientras escribía. “I got rythym” interpretada por Charlie Parker. Sí, es para que olvidéis que canto a la Carrá. Sed felices y sed vosotros, los auténticos.




miércoles, 23 de septiembre de 2015

Autoestima, esa vieja zorra consentida.

Hace unos días pensaba que necesito un “coach” para mi autoestima. La tengo débil la pobre. Anda ahí, medio resfriada viendo caer hojas muertas en la acera.
Mi autoestima va tristemente ligada a pequeños gestos, como los “likes” y los piropos desde los andamios. Por cierto, que soy muy fan del piropo de andamio. De hecho, si paso por uno y no me dicen nada, soy capaz de volver atrás e increpar al albañil, a grito de “¿Estamos por lo que estamos o no?...Hombre que he pasado ya tres veces y ni un grito de rubia”.
Si cojo una revista y miro los anuncios de moda, voy directa al súper a comprar un tráiler de Biomanán. Por suerte, no compro revistas de moda. ¿Pero y si los hombres miran una revista de moda?, ¿Se sentirían igual?
En mi opinión, en eso son más listos que nosotras.
Pues resulta que una artista llamada Yolanda Domínguez, ha hecho un experimento. “Niños vs Moda”. Ha cogido a un grupo de críos, y les ha enseñado fotos de anuncios de ropa. Resulta que ante su inocente y virginal mirada, las mujeres parecen recién atacadas, enfadadas, borrachas, tristes y necesitadas de ayuda. Los hombres son superhéroes, o agentes secretos, incluso jefes inteligentes de una gran compañía.
Me encanta el experimento. Podéis visionarlo en el siguiente link.
Y eso me ha dado que pensar. En realidad, ¿cómo nos vemos a nosotros mismos?¿cómo nos ven los demás? ¿importa mucho? Pues hoy va de experimentos. Resulta que hace un par de años, una casa de cosméticos, hizo un interesante juego. Tu entras en una sala, donde un dibujante que no te ve te proyecta según tus indicaciones. Un momento después alguien te describe y vuelven a dibujarte. El lema del anuncio era: “Eres más guapa de lo que crees”. Os dejo el link.

Después de visionar los dos vídeos, he decidido que no quiero un “coach” para mi autoestima. Voy a entrenarla, para que crezca fuerte, no como una niña necesitada de mimos. Así, que tengo mucho trabajo. Os dejo hasta la próxima, y os mando deberes. Sed felices, porque en el fondo, no hay otra manera de estar guapos.


lunes, 21 de septiembre de 2015

"Un cartel y banderas de papel verdes, rojas y amarillas..."

No voy a hablar de política enfocada a las próximas elecciones del 27S. Tengo que decir que me toca un poco las narices porque resulta que tenía preparada una excursión para ese día y tendré que quedarme a votar. Olvidé el voto por correo. No voy a hablar de a quién debes o no debes votar. Pero no dejes de hacerlo. Vota porque no siempre has podido ejercer ese derecho. Participa porque se te necesita. Sí va contigo. Lo que se decida en parte es gracias a ti. No hablo de política. Así no me peleo con nadie. Sí, has leído bien, pelear, porque últimamente los nervios están tan crispados, que la gente te impone sus opiniones a gritos. Pero aunque no lo parezca, tengo mi criterio propio. Veo noticias, estudio candidatos, y sobre todo, mi manera de enfocar el voto cada vez que tengo que hacerlo, es ignorar la campaña electoral y mirar las decisiones y el trabajo de los partidos los últimos cuatro años. Me he equivocado alguna vez, pero os aseguro que me equivoco menos que la mayoría. Aunque eso, como todo, sea discutible.
Porque la campaña electoral, la comparo con la canción “Fiesta” de Serrat. ¿La conocéis? Esa donde todos son amigos durante la noche de San Juan, pero luego al terminar la noche todos vuelven a sus casas.  
Pues estos quince días previos a las elecciones para mí son una mezcla de esa canción y de un baile de máscaras.
La culpa no es de los políticos, la culpa es nuestra, por dejarlos actuar así. No olvidemos que los políticos al fin y al cabo trabajan para nosotros, y si no nos gusta como lo hacen podemos despedirlos. Por eso, el domingo que viene, iré a votar. Y espero que tú también lo hagas.
Dejo el enlace a la canción de Serrat. Con dos versiones, la censurada y la original. Y recordad, obras son amores y no buenas razones. Sed felices. Y responsables.



viernes, 21 de agosto de 2015

El poder oculto de las palabras.

Los viernes son comparables al junio de los días de la semana. Te ponen como de buen rollo. Piensas en todos los planes para ese tiempo libre que tienes por delante.  Te visualizas haciendo cosas de anuncio de cerveza, o de anuncio de Decathlon. Y acabas sentada en el sofá,  viendo una comedia romántica y con una bolsa familiar de patatas. No es mi caso. Yo prefiero las bolsas familiares de ganchitos.  Y las pelis de Marvel.  Soy así de maja y "cool".
Decir viernes, es una fórmula mágica que te sube el ánimo. Hay frases y palabras que tienen ese poder de cambiarte. Para bién, como "Tomamos un café", "2x1", "Mojito", "¿Has adelgazado?", "Te he echado de menos" y "Estreno de la nueva de Woody Allen próximamente".
Para mal, como "Error de red", "No tengo tiempo" "Mañana es lunes", "El blanco engorda ¿no?", "Ropa de nueva temporada" (sin descuento).
Si las palabras tienen ese inmenso potencial,
¿Por qué las utilizamos tan poco? ¿Por qué las maltratamos, mutilamos, y lo peor, las silenciamos?
Hace poco leí que los dioses olvidados pierden su poder y mueren. Creo que pasa lo mismo con las cosas  a las que no les das el valor que merecen.
Hoy voy a hablar de mis palabras preferidas.
"Petricor" el olor después de la lluvia en un territorio seco. Decidla, cerrad los ojos y sentidla. ¿No la oléis?
"Lemniscata" el símbolo del infinito. Sí, ese ocho cansado y tumbado por el peso de su significado.
"Aurora" esa luz sonrosada que aparece justo antes de la salida del sol. Para mí, es un momento que pertenece a la nada, una transición, un portal del tiempo que nos traslada de ayer a  hoy, de la oscuridad a la luz.
Y por último, mi favorita de todas: "Serendipia", ese hallazgo inesperado cuando buscabas otra cosa. Ésta última, es la definición de la fortuna que te está buscando a ti.

Pero hoy es viernes, y el viernes va vestido de fiesta, sabe a de copa de vino al atardecer y suena a buena conversación. Este viernes, este fin de semana, apadrina una palabra, hazla tuya, dísela a alguien, grítala o susúrrala, no la guardes y sácala a paseo. Me despido hasta la próxima, sed felices, y expresadlo. 

jueves, 13 de agosto de 2015

Quejarse o no, that is the question.

Hablemos de lo que nos gusta quejarnos. El arte de quejarse está llegando a unos límites que habrá que pensar algo para enaltecer esta adorable costumbre. Poner las mejores quejas en un museo por ejemplo. "Y aquí, ese señor que se quejó todo el invierno del frío, del calor en verano, de no tener vacaciones en agosto, de tener vacaciones en agosto, porque claro, todo está muy caro y lleno de gente, de los niños de los demás, de lo triste que está el ambiente sin niños". Digamos que a alguno así conozco. Digamos que a veces muto en este señor. He puesto como ejemplo a un señor, porque dentro de mi cabeza este papel lo interpreta Fernando Fernán Gómez. Pero la verdad es que nos quejamos siempre, todos, sin discriminación de sexo o edad.
Por ejemplo, el otro día iba andando por la calle a las 5 de la tarde, pensando en todas las maldades que había hecho en mi vida, así en plan ensayo para cuando vaya al infierno, y decido coger un autobús. En la parada, unas mujeres hablando y abanicándose. Una decía "Espero que haya aire acondicionado" y la otra "y que no esté muy fuerte que me resfrío" y la primera "ni muy flojo porque sudo y en esta blusa se me marca todo". Y las dos se miran, me miran y se ponen a reír a carcajadas, luego me dicen "Es que nunca estamos contentas ¿verdad?" Yo me uno a las risas y les digo que a mí también me encanta quejarme.
Lo malo, como en todo, son los excesos. Cuando te quejas demasiado, la queja se apodera de ti, y te llena de negatividad. Una buena queja tendría que ser como las galletitas que acompañan el café, sólo una, para poder disfrutar de las otras cosas que sí nos gustan.
Ah, pero de eso no decimos nada ¿verdad? Pues es un bálsamo para el alma decir esas cosas que disfrutas. Hablar de ellas es como subrayarlas en rotulador y re-disfrutarlas. Da gusto estar al lado de esa gente positiva que se sienta en un sitio y te ha dicho tres cosas buenas en diez minutos. Que buen café, que bueno el primer sorbo de cerveza, que lugar tan bonito o se está bien aquí ¿no?
Así que voy a decir tres cosas positivas de ahora mismo: no llama nadie y la oficina está tranquila así que puedo escuchar los podcasts de radio 3; tenía tanto sueño esta mañana que me he dado el lujo de tomarme 2 cafés y además hoy he escrito en el blog, cosa que siempre me alegra porque sé que alguno de vosotros me lee.
Así que para equilibrar un poco nuestro "chi" (cierto, me lo acabo de inventar), os propongo que en cuanto veáis que las quejas ganan terreno busquéis rápidamente tres cosas que os gusten en ese momento.
Y hasta aquí mi post dedicado hoy a esas personas que me han incitado a pensar en positivo porque, al final, no todo está tan mal como ellas dicen.
Un abrazo y como siempre, sed felices.


domingo, 26 de julio de 2015

Chicas en biquini y chicos bailando el twist.


Hoy nos ponemos esa camiseta Tiki que normalmente nos da corte, unas gafas oscuras, cambiamos los zapatos por las chanclas asesinas y nos vamos de chiringuito. Soy muy fan de los chiringuitos. Bueno, con matices. Me gusta la idea de chiringuito porque implica vacaciones, sol, piscina, cerveza y  generalmente unas croquetas. No soy muy de playa, lo reconozco. Me asustan las medusas, los niños con palas y cubos de plástico, bueno, los niños en general, los móviles con altavoz y la canción del verano.
Como justamente quería hablar de la “Banda sonora estival”, mesonero, póngame una caña fresquita y allá vamos.
Parece que en verano, nadie tiene ganas de pensar demasiado, y eso se traslada a la música. El verano eterno, surf, chicas en biquini y chicos bailando el twist. Pero como la vida real no es una película de los 60, vamos a centrarnos.
Un buen éxito del verano debe tener un estribillo pesadito, una letra que aunque no tenga sentido incluya las palabras “tú y yo”, “sabrosa”, “gozar”, “bailar” y “amanecer” o “Noche loca”.
Tan sutil como eso. Como fondo pongamos una percusión potente que ahogue la voz del cantante con lo que sólo escuchemos una de esas palabras cada diez segundos. Vamos al vídeo: chicas en biquini, (sí, como las suecas de los 70, pero con más tetas), chicos que… no importa, porque total nadie los va a mirar, siempre que haya chicas en biquini. Si sale un coche, que sea descapotable o limusina. Si no en yate. No estamos para tonterías. Y si pensáis que eso es malo, recuerdo hace unos años, Georgie Dann dedicaba canciones a hombres negros que no podían y a barbacoas.
Mis canciones del verano son muchas y variadas. Y cuando digo variadas, quiero decir que puedo escuchar a François Hardy, a Chet Baker o a Maroon 5. No importa, siempre y cuando me gusten. Y aunque tengo casi tolerancia cero a la música latina o a Enrique Iglesias, como es verano y estamos en el chiringuito, voy a ignorar mi parte snob y disfrutaré del momento. Así que, hacedme un favor, apagad el móvil desde el que me estéis leyendo, mirad a vuestra izquierda o a vuestra derecha y elegid a la primera persona que veáis, no importa que la conozcáis o que no, invitadla a una caña, o a un café. Entablad conversación, criticad la música, hablad de fútbol o de cómo ha perdido Fernando Alonso, o recomendadle mi blog, haced algo que no haríais. La cuestión es que los días pasan volando, y tenemos que aprovechar el momento. 

Os dejo con la canción que sonaba en mi portátil mientras tecleaba el blog. “La revolución sexual” de “La casa azul”. Sed felices. 


sábado, 4 de julio de 2015

Yo no quería leer el periódico en 15 días...pero a la que te despistas, pasan cosas.

No sé si alguien se ha dado cuenta ya, pero estamos involucionando. Esta semana se ha aprobado la polémica y maligna #leymordaza. Y sé que os preguntáis: ¿en qué va a afectarme a mí?
Pues depende, si eres el perfil de persona que se levanta con ganas de ver el resumen de “Supervivientes” o vas a las discotecas a saludar a los tronistas de “HMYV”, en nada. Tú a lo tuyo. Si este no es tu caso, en todo. Desde ahora protestar es ilegal. No hagas fotos a los policías, no te manifiestes cerca del senado o congreso, no participes en sentadas ni ofrezcas resistencia pacífica, ni protestes contra los desahucios. Mejor cállate. Sé gris. No pienses y sé feliz. Si puedes.
Creo que ya lo he contado antes, pero de pequeña mis padres me llevaban de manifestaciones. Tenía tan asumido que era una medida de presión, que una calurosa tarde de julio, organicé una para pedir un helado de postre. Mis primos, mi hermana y yo armados con hojas de libreta “marchamos” desde mi habitación al comedor gritando “Hace calor queremos un polo”. Nunca el Popeye de naranja me supo tan bien. A victoria. A haberme ganado el derecho a saborearlo.
Pero hoy, los niños crecerán con ciertos recortes de derechos. Y lo malo es que se acostumbrarán a pensar que las cosas son así y no pueden cambiarlas. Lo dijo alguien, no sé quien, pero es peor el que no hace nada ante una mala acción que quien la perpetra. Allá nosotros y nuestra conciencia.
Estoy de vacaciones, y durante este tiempo no leo periódicos ni miro noticias, aún así, este año, los atentados, la crisis griega y la ley mordaza, me han impedido desconectar.
Aunque, siempre atenta a las ganas de disfrute, me escapé al cine a ver “Ahora o nunca” vehículo de lucimiento de Dani Rovira. No pude evitar compararla con “Airbag”. Y naturalmente salió perdiendo. Aquí también veo que hemos involucionado. Es ese humor blanco, donde un chico hace lo que puede por llegar a su boda. Pero sin transgresión, con chistes aptos para casi todos los públicos. Sin chispa. En cambio en “Airbag”, había una despedida de soltero en un puticlub, y salían mafiosos, drogas y naturalmente infidelidades. Recordemos donde se alojaba el anillo de que buscaban los protagonistas.
Conclusión, que nos hemos suavizado. No es que defienda el humor soez, pero si ni tan siquiera el humor es capaz de atravesar ciertos límites, ¿qué será de nosotros? Estamos a punto de convertirnos en secundarios de una película de Paco Martínez Soria, como dijo mi hermana sabiamente.

Os dejo, sigo mis vacaciones, caminando por los magníficos caminos y vericuetos de la #valldeboí, tomando alguna caña en la terracita al anochecer, quejándome del calor y esas cosas. Voy a aprovechar estos días que son como una siesta, un paréntesis de la vida misma. Después seguiré leyendo el periódico cada mañana, y poniéndome las manos en la cabeza, atenta a esta extraña involución que me ha tocado vivir, y pensando en cómo ponerle remedio. Sed felices. 

lunes, 22 de junio de 2015

It's summertime and the living is easy...

Llevo unos 3 días de vacaciones. Y mi resumen por ahora es: 5ª temporada de “Juego de tronos”, vista. “La chica del tren”, que promete ser el Best seller del verano, leído. Chocolate en forma de Häagen Dazs y cañas para abastecer a todo el público del “Primavera Sound”... pues, eso, que también.
Me gusta hacer las cosas al principio de las vacaciones, porque así mi mente crea una sensación de aburrimiento justo cuando terminan, y claro, siempre tengo ganas de volver a trabajar.
Ahora estoy en esa etapa en que cualquier cosa me llama la atención, ayer en internet acabé leyendo misterios sin resolver de la historia, como el de “Lady Babushka”, la mujer que filmó la muerte del presidente Kennedy y luego desapareció. (Vaya mierda de misterio por cierto), o la desaparición de Agatha Christie, durante unos días de su vida. Apareció bajo un nombre falso, después en un hotel balneario de lujo. Que dices, pues la mujer, quería un poco de anonimato, ya ves. Nooo, el nombre que se puso fue “Teresa Neele”, apellido de la amante de su marido, quien naturalmente fue investigado por la policía como sospechoso de la desaparición. Me quito el sombrero ante la Christie. Pues claro que sí, en 1926 y sin facebook, mi marido me pide el divorcio porque se va con una “Neele” cualquiera, y te aseguro que las pasa canutas.
Soy muy fan de las venganzas. Entiendo que la sed de venganza, no deja que tu alma evolucione en modo zen a un estado superior, siempre se dice que está muy feo eso de vengarse, pero sin  venganzas, no hubiéramos disfrutado de historias como “El conde de Montecristo”, “Kill Bill” o “Sweeney Todd”. ¿Y lo bien que se te queda el cuerpo cuando ves que tu archienemigo está cumpliendo condena en una cárcel de Gotham City?
Vale, nota mental: Deja de ver pelis de superhéroes.
Respuesta mental: Cállate y pon la segunda de Capitan América.
Bueno, mejor me dejo de notas mentales y sigo con mis vacaciones, entre mis planes está acabarme los dos libros de Neil Gaiman que estoy leyendo. Resolver mi duda de: Gintónic versus Caña, ¿quién gana a quién? Desconectar, decir que sí con la cabeza y rememorar mentalmente las mejores escenas de Tarantino y de Kevin Smith, a todo el que me cuente sus problemas en los próximos 15 días. Encontrar el algoritmo de la felicidad. Salvar al mundo del meteorito que nos llega en Septiembre.  
Y por supuesto, ir a la piscina. Mañana mismo si puedo. 
Os dejo con lo que suena ahora mismo en mi ordenador. Summertime, versión de Norah Jones. Sed felices.    





jueves, 4 de junio de 2015

Caos, caos everywhere...

Aprovecho que las temperaturas, son como una plaga bíblica, y me siento al portátil, con un té con hielo al lado y os escribo algo. A parte del calor, últimamente, veo señales del apocalipsis por todos lados. La primera, es que la semana pasada había unas niñas jugando en la acera y yo pasé por su lado. Una de las niñas le dice a la otra: “Deja pasar a la señora”. Yo me giré para dejar pasar a la abuela que debía venir detrás, al no ver a nadie asumí que la niña veía fantasmas, en plan médium. Cuando llegué a casa pedí hora para la peluquería y teñirme las canas, para que el fin del mundo me pille arreglada. Es curioso como los más jóvenes que tú, te ven tan mayor. Y lo poco dotados que están cronológicamente. Hace poco, estaba explicando la edad media en clase y alguien me preguntó, ¿y cómo os comunicabais sin móvil ni internet? ¡Mandábamos mensajes a caballo, vive Dios!
Sí, viví la era pre internet. Cuando los trabajos del colegio eran un copia y pega de la “Enciclopedia Espasa”. Aunque lo teníamos que copiar a mano. Como escribas del "Nombre de la Rosa".
Una de las cosas que había en esa época, eran los libros con las letras de las canciones. Claro que las canciones solían tener más de tres palabras distintas. Y los libros con guiones de película. El primer avance tecnológico que viví fue el vídeo, aparato deseado, que no llegó a mi casa hasta que ya era mayor, por eso de no despistarme en los estudios. Pues gracias a la terquedad de mis padres, como mi mente demandaba dosis de ficción, me leí casi toda la estantería de literatura clásica de la biblioteca municipal. Al no tener video, me compraba los libros con los guiones de las películas, y cuando las veía, me sabía los diálogos de memoria. Recuerdo haber leído “Manhattan” de Woody Allen y acudir a la fonoteca a buscar la canción “Rapsodia azul”, porque la acotación del principio, la nombraba.
¿Veis? Señales de apocalipsis. Ya hablo del pasado lejano como si fuera algo genial.
Otra señal, es que la noticia de la semana sean los pitidos a un himno en un partido de fútbol. La sonrisa del president Mas. Las pulseritas de “no podeis”, donde por cierto, se han olvidado de poner el acento. Claro que las faltas de ortografía, llegan a tales extremos que ayer vi “habezes” escrito en una redacción y lo corregí, sin desmayarme ni nada.
Y por último la peor señal de todas. Rita Barberá, no será la alcaldesa de Valencia. Ni Esperanza Aguirre la de Madrid. Caos, caos everywhere.

Nada más por hoy, sed felices y recordad que si el termómetro pasa de los 30ºC, es legal ir de cañas entre semana. Os dejo con "Rapsodia azul" por si alguien se pregunta a qué suena Manhattan. Feliz Junio. 



miércoles, 20 de mayo de 2015

Amor, máquinas inteligentes y frikis...

Esta es una semana en la que caen mitos. Una encuesta descubre que los caballeros ya no las prefieren rubias sino castañas. Que ahora se lleva ser "Fofisano". Y que la cerveza no engorda. ¡Dónde vamos a parar!  
Leo en un artículo que hace 22 años, Arthur Aron, elaboró un test de 36 preguntas, que hechas entre dos desconocidos, hacen que se cree una intimidad tal entre ellos, que se pueden llegar a enamorar. Ahora, Mandy Len Catron, una periodista del New York Times, dice haber comprobado su eficacia.
Las preguntas son de lo más variopintas, y no sé si funcionan o no, pero yo me las he hecho a mi misma y he llegado a la conclusión de que soy encantadora. En serio. Además soy muy partidaria de que uno debe conocerse muy bien a sí mismo antes de enamorarse de otro. Ya me contaréis si alguien se anima a probarlo y le funciona.
Ayer, navegando por internet a altas horas de la noche por culpa del insomnio di con una página que hablaba del “Test de Turing”. Que me despejó un montón, con lo cual hoy me he dormido y me he saltado la primera hora del gym. Otro día buscaré páginas porno a ver si me duermo antes. Alan Turing allá por los 50 dijo que una máquina podía convencer a un ser humano de que era un ser humano. La prueba consiste en un juez situado en una habitación, una máquina y un ser humano en otra. El juez debe descubrir cuál es el ser humano y cuál es la máquina, estándoles a los dos permitido mentir o equivocarse al contestar por escrito las preguntas que el juez les hiciera. La tesis de Turing supone que si ambos jugadores son suficientemente hábiles, el juez no podrá distinguir quién es el ser humano y quién la máquina.
Pues en junio de 2014 una máquina convenció a los jueces que era Eugene Goostman,  un adolescente de 13 años.
He escuchado parte de la transcripción, y puedo decir que algunos de los adolescentes que conozco escriben respuestas mucho peores. Pero lo que me preocupa es que una máquina lograra engañar a un juez. Ahora miro con recelo a mi PC, y me pregunto que estará tramando entre actualización y actualización.
Y para terminar, preparad vuestras camisetas con superhéroes, poned los tarros de galletas en forma de Tardis encima del escritorio y celebremos que el próximo lunes será el día del “orgullo friki”. Toda esta movida, empezó gracias a unos foreros hablando en un hilo del Universo Marvel, en el 2006. Pero si quereis leer la historia, visitad la página www.orgullofriki.com . Los que tienen la suerte de estar en Madrid este fin de semana podran asistir al “Frikimad”. No es mi caso, seguro que acabo en una conversación sobre el coste de la vida, el cinismo de los políticos o de lo difíciles que son los niños hoy en día.
Es lo que tiene ser cuarentona en una capital de provincias, no hay tiendas de cómics, ni gente que entienda la palabra “whovian”, ni que el Capitan Jack es John Barrowman y no Johnny Deep. Pero no me quejo, seguiré intentando desviar conversaciones a mi terreno y "frikizar" a todo el que pueda. 

En fin, sed felices, y aprovechad el tiempo, al fin y al cabo, al final todos somos historias, hagamos una que valga la pena. (Cierto, la frase es de Steve Moffatt). 

jueves, 7 de mayo de 2015

Pues no se me ocurre ningún título para esta entrada...

Hace días que me digo, tendría que escribir algo para el blog. Es por eso que voy mirando las noticias, a ver si me inspiro. Veo una página que dice que el Tribunal de la UE avala la decisión de algunos estados de que los gais no puedan donar sangre. Me quedo muda. Miro la página otra vez, puede que sea una broma de mal gusto. Pues no, es una noticia real.
No se me ocurre ninguna explicación coherente. A lo mejor estoy en un universo paralelo y surrealista. Compruebo la fecha en mi ordenador y  veo que estamos en Mayo del 2015. ¿Seguro que no estamos en el siglo XV?
Yo misma me contesto que no, porque soy rubia, pero hasta yo sé, que en el siglo XV no se puede consultar la fecha en el ordenador.
Sigo con mi teoría del universo paralelo. Leer a Murakami, a veces hace que tenga la mente abierta a estas cosas.
Continúo buscando evidencias. Las encuestas electorales dicen que a pesar de los casos de corrupción, vuelven a ganar los mismos. Clarísimo caso de enajenación mental colectiva.
Leo que Paraguay, prohíbe el aborto a una niña violada de 10 años. Las aportaciones del estado a cultura en Cataluña caen un 80% en los últimos 4 años. Un 90% de los hombres llevan barba. Aunque de eso no me quejo, soy “barbafriendly”. Pero paseas por la calle y parece una película de los 80.
Decido mirar las cosas desde otra perspectiva. Y me dedico a recolectar buenas noticias. Aunque sean más cercanas y no salgan en los periódicos. Lluís y David, serán papás, la semana que viene, y confieso que me emocioné al saberlo. Prometo retrasar mi mensaje diario de buenos días para no despertarlos, porque seguro que les espera más de una noche en vela. Me declaro muy fan del vino Jean Leon 3055, que probé por primera vez el domingo. Quiero visitar la bodega ya. He hecho mi visitilla a la playa, con lo que para mí, ya es verano. He escuchado un fantástico concierto de Jazz en el Palau Maricel. Y cuando miro la cartelera, veo que estamos en una época en que las películas de acción ganan a las románticas. Por fin.
Pero el problema que se me plantea es: ¿Qué hago con las malas noticias? ¿Dónde reclamo? ¿En qué mundo se ve “normal” que un homosexual no pueda donar sangre? ¿La violación de una niña de 10 años? ¿Las guerras religiosas, políticas o económicas? El mundo no se parece en nada al que yo soñaba de pequeña. Y me digo a mi misma que algo hay que hacer para que cambie. Aún no se cómo. Pero sí sé que un pequeño cambio de actitud supone una gran diferencia.

Sed felices. Y esta vez debo añadir que tenéis que ser también conscientes. No puede ser que leamos ciertas noticias y nos quedemos igual, como si fuera una anécdota. Pensad que en el fondo todos somos uno, y callar ante una injusticia, es en realidad, maltratarse a uno mismo.    

viernes, 17 de abril de 2015

Europeos, pero sólo un poco...

Cosas buenas que tiene Europa, los sueldos, bastantes museos gratuitos, el chocolate, mucho wifi gratis  y el nivel de inglés.
Cosas malas, hace mucho frío, se suicida mucha gente, todo está muy caro y a las siete muchos bares han cerrado.
Sí señores, vamos a hablar de que la Generalitat de Cataluña ha decidido que vamos a ser un poco más europeos. ¿Con los sueldos? ¡No! Y tampoco con el nivel de inglés. Vamos a adaptarnos a su horario.
Y yo estoy francamente preocupada. Porque soy de esas personas que ya se levanta pronto y va al gimnasio antes de las siete de la mañana, pero me gusta saber que a las diez de la noche tengo la opción de tomarme una cañita, y si puedo en una terraza.
Un poco hartita estoy de oír la siguiente frase, en distintas conversaciones. “Es que allí son muy europeos, todo está muy limpio, la gente es educada…”
Bueeeeno… no nos pasemos. Aquí gritamos más. ¿Y qué? Y gente guarra hay en todas partes, perdona, pero eso es cierto aquí, y en Amsterdam.
Me gusta el carácter que tenemos, y me da un poco de miedo que el cambiar el horario sea una maniobra de los canales de pago para que a las siete de la tarde estemos todos cenando delante de la tele.
Dicen que con el nuevo horario seremos más productivos en el trabajo y más felices en nuestras relaciones personales. Aquí ya me enfado un poco. Lo siento pero creo que hay grandes profesionales en nuestro país, cenen a la hora que cenen. Y lo de ser más felices. Ahí no me meto. Que cada uno sea feliz como le dé la gana.
Pues nada, que sea lo que Dios quiera, pero por ahora, disfrutemos de la primavera, con sus mamás que salen a caminar después de la cena, con los runners en manga corta, y las horas de luz de regalo.
Ahora la recomendación obligatoria. Si estáis en casa a las siete, como buenos europeos, o si llegáis tarde y no ponen nada en la tele, entrad en la web de tve a la carta y daos el placer de disfrutar de una de las mejores series que he visto últimamente. “El ministerio del tiempo”. Ficción ibérica que bebe de las grandes como “Dr. Who”, pero con un toque castizo. Esta semana terminó la primera temporada, y a parte del acertado cameo de Jordi Hurtado, la aparición de Lorca en el capítulo me hizo recuperar sus poemas, que leía yo de adolescente. Gran capítulo final, por cierto.
Y os dejo, porque se me hace tarde, pero os deseo un muy buen fin de semana, con gintónics en las terrazas que cierran al alba y con muy buenos ratos, de esos que te hacen sonreír cuando los recuerdas. Sed muy felices.


viernes, 27 de marzo de 2015

FIEBRE SURREALISTA. EN BLANCO Y NEGRO.

Vintage Velvet se encendió un cigarrillo y entrecerró los ojos. Empezó a toser. Es lo que tiene tragarse el humo. Pero así eran los años 40, y una mujer tiene que hacer, lo que tiene que hacer. La mierda de los 40 es que aún no hayan inventado el technicolor, y que Radio 3 aún no existía. Aunque verlo todo en blanco y negro, le daba a la vida un tono de película de serie B. Ser un personaje de ficción tenía sus ventajas. Vintage Velvet, era un nombre falso, pero pensó que le quedaría bien. Muy de llevar medias de seda y el pelo rojo. De tener piernas interminables y andar con tacones sin perder la compostura. Porque eso lo haces llamándote Paca, y la verdad es que no es lo mismo.
Conducía un descapotable largo, de esos que siempre aparcan a la primera delante del sitio donde tienes que ir. Sus planes inmediatos eran atracar el banco del pueblo, robar una pequeña estatua en forma de halcón y enseñar a silbar a Humphrey Bogart. Más adelante desde una isla del Caribe, bueno, o desde una playa de Málaga, porque volar la ponía nerviosa, idearía un maléfico plan para dominar el mundo.
Hacía mucho calor. Como en todas las películas de gánsteres. Las buenas. Porque, en serio… ¿Donde se ha visto la actitud chulesca con bufanda y guantes? No quedaría creíble. Lo que sí queda creíble, es que al sentarse en la barra, empiece a sonar una canción de jazz del bueno. Que dejen fumar en un interior o que llevar sombrero y guantes para conducir sea “lo más”.
“Tienes un mensaje, Velvet”. Lo dijo el camarero, con voz metálica mientras dejaba mi Martini con un bol de cacahuetes delante de mí. Miré la copa. Y con ilusión miré los cacahuetes. No debía. Había tenido una gripe estomacal y aunque no había bebido más que “Aquarius” durante 48 horas, me había saltado una semana de gimnasio, y esos  cacahuetes eran la bomba que se pone inmediatamente en el Michelin, para estallar el primer día que te pruebas el biquini. Además yo no bebo Martini. Y no recuerdo ningún garito que deje fumar en la barra. Por lo menos en este siglo.
El mensaje del camarero, era claro. O apagas el cigarrillo o te echo. Que poco críptico.
El jazz no era jazz. Era Enrique Iglesias berreando, que la verdad, poca vergüenza hay que tener para cantar semejantes memeces, ¡Por Dios!

Pues sí, que he pasado una gastroenteritis que me ha dejado KO durante unos días, dormitando y hablando con Satanás, así a ratos alternos.
Pero miremos hacia adelante con ilusión, que llega Abril, el mes de las lluvias, de las mentiras y de Sant Jordi. Me despido de vosotros unos días. Mientras tanto sed felices.

“Besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para todos” Va por ti Cifu.




viernes, 13 de marzo de 2015

Adiós muchach@s...


No soy muy fan de los homenajes póstumos. Creo que deberíamos decir lo que sentimos por la gente mientras están vivos. Pero también creo que las personas que nos han dejado últimamente merecen una mención especial.
El primero, Leonard Nimoy. Convertido en icono hasta tal punto que a veces teníamos la tendencia a confundirlo con Mr. Spock. Live long and prosper, donde estés Leonard.
El segundo, mi favorito, es Terry Pratchett. Creador de Mundodisco. La primera novela que leí de él, fue  un poco por casualidad, y me pilló bastante mayor, pero claro, yo de adolescente leía a los clásicos, y fue con la edad, cuando me relajé un poco. La primera vez que vi “Mort” en las estanterías de la FNAC, me llamó la atención su argumento. Y ahí empezó mi historia de amor con Terry. Sacad un billete a Mundodisco lo antes posible y descubrid el color de la magia.
Otra marcha llorada en el cine y teatro es la de la actriz Rosa Novell. Una de las voces más interesantes del panorama. Yo, me había acostumbrado a verla en un papel y garantizar que allí habría algo bueno. Y cuándo un nombre suele asociarse con la buena calidad, no hay mucho más que decir.

Fue Virginia Wolf quien dijo “El poeta debe morir” para que los demás aprecien la vida. Lo vi en la película “Las horas”, y la primera vez que me di cuenta de esto, fue con la muerte de Terenci Moix. Ya no cabía la posibilidad de encontrármelo en el metro y que me firmara alguno de sus libros, que yo solía llevar en el bolso. Ya nunca sabría que mi gato se llamaba “Terenci” por él. Y por supuesto nunca podríamos hablar de cine clásico, ni de lo que aprendí con su colección de artículos de “La Vanguardia”, en la época pre-internet.
Así que antes de que se mueran más poetas, vamos a hacernos un favor y expresar mejor nuestras emociones. Aprovechemos el tiempo. Lo que no hagamos en cuanto tengamos oportunidad, quedará por hacer.
Os dejo con una frase de Terry. Sed muy felices.


 Los vivos eran los que no se daban cuenta de que sucedían cosas extrañas y maravillosas, porque la vida estaba demasiado llena de cosas aburridas y mundanas.



martes, 24 de febrero de 2015

Si es Febrero, toca cine.

Parece que el invierno está interpretando su “canto del cisne” particular, para despedir al antipático febrero entre mantas y gorros de lana. Como tenemos la excusa del frío, agarrad con las dos manos la taza de colacao y esperemos días más cálidos. Mientras tanto, nos vamos al cine.
Esta semana, la noticia estrella, son los Oscar. No he visto aún “Birdman” y sí “Gran hotel Budapest”. Así que no puedo opinar con demasiado criterio. Pero puedo decir que me parece muy pobre que la película de Wes Anderson, sólo tuviera los llamados “Oscars menores”. Es preciosa. Recomendable. Si no te gusta, envíame un trabajo de dos folios a doble espacio justificando tu desagrado. Yo la vi ayer. Y os animo a que la disfrutéis. Y a que la volváis a disfrutar.
No. No voy a ver las malditas y cansinas sombras de Grey. Y me ofende oír que es porno para mujeres. Además si el libro ya era malo, no creo que un videoclip de dos horas donde la hija de Don Johnson da gemidos con un antifaz de seda, me conquisten para nada. Sabéis el chiste de “¿Por qué una mujer mira una peli porno hasta el final? Para ver si se casan”. Pues la trilogía Grey me lo recuerda.
Más cine, pero esta vez de sala independiente. “París, Manhattan”  casi desapercibida, nos pasa esta pequeña joya que abre con música de Cole Porter y un guiño a “Sueños de un seductor”. Pequeña comedia francesa que hay que ver, sobre una chica obsesionada con Woody Allen. 
Y ahora un revival. Porque a mí los Oscars, siempre me recuerdan que el cine antiguo me encanta. Así que recomendación de videoclub para esta noche, “Eva al desnudo”. Nominada en sus tiempos a nada menos que 14 Oscars. Ganó 6.  Lección de cine y de vida. Con los ojos de Bette Davis en uno de sus mejores momentos, cuando ya han vivido suficiente como para mostrar muchos más sentimientos con una mirada que cuando era joven.
¿A cuánt@s Anne Baxter os habéis encontrado a lo largo de la vida? Seguramente a más de una. Y es que a veces, no hay que confiar en la bondad de los desconocidos.

Feliz salida de Febrero, id al cine y sed felices. 

martes, 3 de febrero de 2015

Noches de chicas y niñas que corren más que tu...

La primera noticia que he escuchado hoy ha sido que Kristina Pimenova (aka) la niña más bella del mundo, desfila hoy para la marca de moda infantil “Condor” en Barcelona. Pues mira que bien. En el otro lado del mundo, uno de los anuncios mostrados en la Super Bowl, que ya es viral en internet es el de #likeagirl, de la marca de compresas “Always”. En la versión que he visto, nos muestra como al escuchar la coletilla “…como una niña” inmediatamente pensamos en algo débil y ridículo. “Corres como una niña”, “Peleas como una niña".
Una de las niñas, cuando le preguntan, ¿Qué has entendido cuando te hemos pedido que corrieras como una niña?  Responde “que tengo que correr tanto como pueda”. Aplausos para la pequeña.
Siguiendo el hilo de los acontecimientos, resulta que esta semana se celebra el día de las Águedas. Un día donde tradicionalmente mandan las mujeres.
Se rinde homenaje a Águeda de Catania, quien negándose a casarse con un senador romano, fue castigada y torturada. Seguro que os suena alguna pintura en la que le arrancan los pechos.
Triste. Y me parece bien conmemorar algo que tiene que quiere concienciarnos en contra del maltrato. Pero en serio, de todas las cenas de mujeres que se celebrarán este año, entre chupitos y bailes eróticos, ¿Cuántas conocen que se conmemora realmente? Sobra decir que yo no lo celebro. Y en cuanto a que gobiernen las mujeres, ¿quiere decir que debemos comportarnos como “garrulos” babeando delante de alguien en ropa interior? No creo que ser feminista quiera decir comportarse así. Pero en fin. 
Claro que yo creo más en los seres humanos que en los géneros. Me encanta que me abran la puerta, pero también me gustan las revistas de coches. Defiendo el respeto para el prójimo, sea hombre o mujer. 
No me gusta la etiqueta “la niña más bonita del mundo”, aunque eso sea un gran contrato millonario para la chica rusa que desfila hoy en Barcelona. Para mí, la niña más bonita del mundo es la que sea más feliz.
También espero que algún día no tenga que oír “que corro como una niña” mientras alguien se burla de mí. (Ya me gustaría saber correr como muchas niñas y mujeres que conozco).
Y lo de las Águedas, pues, que lo disfrutéis un montón a todas las que lo celebráis, pero no perdáis el sentido de la celebración. Yo creo que se trata de la libertad, no del infantilismo de purpurina y diademas de chorras de plástico.
Pero, esa es mi opinión. Al fin y al cabo, creo que la meta del ser humano es que sea honesto consigo mismo, que al final del día, sea feliz con lo que ha hecho.
Os dejo el fantástico anuncio de Always. Y como siempre sed felices.




lunes, 19 de enero de 2015

Monday blues

Hoy es el tercer lunes de enero, según uno de esos estudios que aún no entiendo quién financia y para qué sirven, el día más triste del año. Convergen unas cuantas circunstancias, como que suele hacer mucho frío, nos hemos olvidado de ir al gimnasio y dejar de fumar y el sueldo no nos llega, por eso de la cuesta de enero y que aún no hemos cobrado.
Yo creo que el único problema del lunes, es que tiene un mal relaciones públicas.
Así, que he financiado mi propio estudio y he decidido que la gente que odia los lunes, en el fondo odia otra cosa. Como su vida, su trabajo o su rutina.
Siempre insisto a mis alumnos que se dediquen a algo que les guste. Así, no van a estar esperando cinco días a que llegue el fin de semana para desconectar. Es importante hacer algo con lo que disfrutes. Y soy plenamente consciente de que hoy en día trabajas de lo que puedas para salir adelante, y muchas veces no puedes permitirte dedicarte a eso para lo que has nacido. En mi caso sería ir al cine y recomendar o machacar a los directores y guionistas. También podría ser ir de cañas y hablar horas y horas de cosas sin importancia. Pero como eso aún no me lo remuneran, hago otra cosa. Siempre me he apuntado a la corriente de buscar lo positivo, por pequeño que sea a todo lo que hago. Y creedme que a veces cuesta mucho. Pero funciona.
La parte buena de ser una buscadora de oro entre la mierda (con perdón), es que todo el mundo cree que eres optimista y que nunca te pasa nada malo. La parte negra es que al no tener nada malo que contar la gente insiste en contarte sus penas. Y no en escuchar tus consejos. Yo suelo dar soluciones. Si no, ¿por qué preguntas? Pues, culpa mía, no es que te pregunten, es que te explican. Y hay gente a la que le encanta regodearse en el dolor propio.
Así que deberes para estos días.
1. Haz algo que te encante, sobre todo en lunes.
2. Aléjate de la gente tóxica.
3. Si eres del ejército creciente que odia los lunes, párate a pensar, en el fondo ¿qué odias? (Si alguno contesta: esta entrada del blog, que se lo calle, como dicen en las pelis antiguas, si no tienes nada bueno que decir, no digas nada, que callado estás monísimo)
Ahora que releo el post, veo que me ha quedado un poco entre Mr. Wonderful y libro de autoayuda barato.
Pero oye, que hay cosas peores.
Os deseo a todos un #blue Monday y una semana diferente y brillante. Y me voy recomendando la canción que suena ahora mismo en mi ordenador.
“It's allright” de Marlango. Feliz día. 


EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...