miércoles, 26 de noviembre de 2014

Black Friday, luces navideñas y anuncios buenos...

Después de “Acción de gracias” empieza la campaña pre Navideña. Para mí, mucho más agradable que la misma Navidad. Y os preguntaréis por qué, bueno, o no, pero lo voy a decir igualmente.
La campaña pre fiestas se inaugura oficialmente en Estados Unidos, que es quien manda sobre tendencias, con el “Black Friday”.(No me abucheéis mientras me estáis leyendo desde vuestros Iphones o bebiendo Coca-Cola).
El viernes negro, es un día de rebajas especiales, donde la gente aprovecha para comprar los regalos de Navidad, al día siguiente de Acción de Gracias. Día que aquí no celebramos, pero que conocemos sobradamente gracias a “Friends” y a películas americanas.
La pre navidad me encanta por eso del deseo y las expectativas. Y yo soy muy de eso. Me encanta la preparación. A veces más que el mismo momento. Comprar regalos, salir y ver lucecitas por todos lados y tener excusas para comer chocolate y beber cava. Se ha criticado mucho la hipocresía de esta celebración, la gente que te felicita pero que durante el año no te dice nada aunque te pise por la calle. Baahhh… no importa, lo que importa es que te gritan “Felices fiestas” desde el otro lado de acera, a pleno pulmón, como si de verdad les importara que lo pasaras bien esos días, y eso, pues mira tú, es un detalle.
¿Qué haré por mi campaña pre-navideña? Pues ir a ver a Woody Allen al cine,que parece que estrena película, esta vez con Colin Firth, que siempre es una buena idea. Pasar una tarde viendo “Love Actually”, quejaos lo que queráis, a mi me encanta, es de las únicas cursis y romanticonas que soporto. Ver “Que bello es vivir”, lo bonito es ir siguiéndola cada año para ver en qué canal y a qué hora la ponen. Hacer una maratoniana preparación de spinning y abdominales para que me quepa más turrón. Enviar una felicitación, seguramente vía mail a mis amigos. Escuchar villancicos en el coche y cantarlos, mi favorito “Merry Christmas baby” de B.B King, buscadla, en serio.
Y a escuchar divertida, a todos aquellos que me encuentre que se quejan de la Navidad pero luego van de culo por San Valentín a comprar algo para sus parejas.  En serio, me caéis mal.
Y para terminar esta entrada, acabaré con un anuncio que me hizo llorar y mucho, así que después de la fama de “corazón de hielo” que me gané con el anterior post, os haré llorar un poco. Lo ví a las 6 de la mañana antes de ir al gimnasio, y cuando llegué justifiqué mi rojez de nariz y ojos a un inventado resfriado. Se trata del anuncio de los supermercados británicos Sainsbury 2014/15. Por cierto, así empezó la tradición de “Alto al fuego navideño”, así que está basado en una historia real. Os dejo el enlace. Disfrutadlo.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Si el premio es compartir...



Bueno, inauguramos temporada navideña con el anuncio de la lotería. Aún estoy pensando si el publicista del año pasado es un listillo que sabía que todo Dios se chotearía de los cantantes, y eso cuenta como publicidad, o si detrás de la Caballé y Raphael había un intento de contactar vía Ouija con el generalísimo. Porque yo al terminar el anuncio esperaba oír al abuelo de “La gran familia” gritando “Chenchoooooo”. En serio, después de verlo, miré fijamente mi Smartphone de última generación para asegurarme que funcionaba.
Vale, no es última generación, pero se me entiende.
Pues este año, los publicistas se reunieron y pensaron, con este sí, acertamos. Vamos a tocar la fibra sensible del personal.
Me ponen a un señor con cara de “la he cagado, pero bien”. Que está así, porque no ha comprado lotería del bar donde va siempre, y resulta que ha tocado. Los motivos de no haberla comprado, (no se si se ven en una versión más larga que la que yo he visto), intuyo que son los recortes caseros a los que nos vemos todos sometidos.
Hasta aquí la parte real del anuncio. Si lo hubiera dirigido Almodóvar, saldría la mujer que sería Rossy de Palma, gritando, “Desgraciado, que no haces nada bien, inútil más que inútil…”. Pero resulta que lo ha dirigido el mismo que dirige las películas navideñas que echan a partir de noviembre en las sobremesas de A3, y claro, la mujer comprensiva, le abraza y le dice que no pasa nada. Que baje al bar a felicitar a su amigo. Un poco de mala leche allí, sí que veo.
El hombre va al bar, con una musiquita acorde con su ánimo. Si hubieran puesto la sintonía de “Benny Hill” seguro que no nos da la misma penita. Y allí todos celebrando. Se pide un café, y felicita al dueño. Al pagar el café, el dueño le dice que son 21 euros. Porque resulta que le ha guardado un décimo. Y aquí  la música sube, todos lloran, y la frase del año: “El premio es compartir”.
Ayer un amigo me dijo que lo había visto y se había puesto de mala leche. Yo le dije que tenía el día hormonal y que esperaba a verlo porque seguro que lloraría, que yo soy  muy de llorar.
Pues Lluís, yo también me he puesto de mala leche.
Siento decir que echo de menos al calvo de la lotería. Y que estoy segura de que con mis compañeros creativos, bordamos un anuncio mucho mejor que éste para el año que viene. Venga, que el nivel está bajito, yo creo que nos lo compran.
Pero vosotros, miradlo y opinad, que para gustos los colores.  
En fin, ésta ha sido una entrada monotemática, y de carácter especial, pero vuelvo pronto con otra entrada más amena.
Y recordad, que si el premio es compartir, os podéis premiar compartiendo este blog. Con lo bonico que es.

Besos, y sed buenos.

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...