miércoles, 29 de octubre de 2014

Once again, with feeling...

I love Paris in the springtime, pero en su defecto I love Paris any time, of the year, como en la canción de Cole Porter.
Pues ya he vuelto. Unos días en la capital francesa caminando sin parar, comiendo crepes callejeros y tomando Kir en las terracitas.
Un placer, vamos.
Para mantener la tradición, empecé mi viaje en el aeropuerto de Barcelona donde una trabajadora aburrida me cacheó de arriba abajo. Y yo ahí, con los brazos extendidos, mientras los pasajeros me miraban y decían, pues no se ve peligrosa y hay que ver que tipín se le ha quedado con tanto spinning y cardioboxing. Bueno no lo decían, pero lo pensaban, seguro.
Al llegar al Charles DeGaulle, me sorprendió el wifi gratis, lo bien indicadísimo que está todo y la sangre fría de los franceses. Para salir del aeropuerto nos hicieron esperar sin ningún tipo de explicación, a un extremo y otro del pasillo unos señores vestidos de militar con metralleta en mano. Yo, como buena impaciente latina, empecé a inquietarme, pero la gente miraba su móvil o leía su periódico sin armar ruido. Paciencia francesa. Después pasamos y nada de empujones, la gente te cedía su paso a la escalera mecánica y te ayudaba si no podías con la maleta.

De París me encanta casi todo. Voy a ser rápida. Museo de l’Orangerie, para disfrutar de los nenúfares de Monet. El Pompidou. Sí, por favor. Yo, que no entiendo demasiado de arte moderno, tuve una especie de experiencia mística. Iba a entrar sólo a ver una exposición de Frank Gehry de arquitectura, pero con la entrada podías entrar a ver el museo. Y claro, ya que estaba, entré. Pues me pasó que me abrió la mente. Y me dejo con ganas de más.
El museo Picasso, después de cinco años de obras, reabrió el sábado sus puertas, a lo grande y fui de las primeras, entre las casi 10.000 personas que pasaron ese día por ahí. Muy, muy recomendable.
Si la ciudad tuviera banda sonora sería, sin ninguna duda, jazz. Yo estuve en alguno de los conciertos del ciclo “Jazz sur Siene” pero cualquier día en cualquier momento tienes la oportunidad de escuchar buena música.
Shakespeare and Co. Rincón encantador. Librería de libros antiguos y modernos, en lengua inglesa. Puedes entrar y leer gratis o puedes comprar. Cuando yo fui, un señor llegó y se puso a tocar el piano, puedes sentarte y escribir algo para los desconocidos. Un verdadero masaje para los sentidos. 
Y vamos a Versalles. Tú, entras con la ilusión de que te vas a trasladar por un ratito a los tiempos de Maria Antonieta. Pero me trasladó, a una cola en PortAventura. No puedes visitar casi nada. Y la sala de los espejos, es enorme, pero llena de gente haciendo selfies. Yo aconsejo ir a la Planta 1 del Louvre donde puedes encontrar los muebles y algunos de los cuadros originales que deberían estar en Versalles. De las fuentes, no sé qué decir, creo que me decepcioné por las expectativas que tenía. Los jardines son grandes, eso sí.
Como no era mi primera visita a la ciudad, me pude permitir un poco de callejeo sinsentido, ese que te lleva de un lado a otro, donde en cada esquina hay una obra de arte, o un vendedor de pulseras ilegal, para que nos vamos a engañar, pero como todo es del color del que lo mires, yo decidí ponerme las gafas de cristal rosa.
Por cierto, a la vuelta me tocó el registro aleatorio, me prometieron que era aleatorio, pero creo que hay una foto mía rondando por los aeropuertos, y debajo pone “Peligrosa” o “Fácil”, aún no lo he descubierto.
Cierro esta entrada de blog, y cierro un año más. Mañana, es mi cumple. Cumplo en experiencias y buenos momentos, olvidemos la edad, que sólo es un número impertinente.
Por cierto, flores, bombones y felicitaciones varias serán bien recibidas, como siempre. Además, fingiré que no os he avisado antes, como cada año.
Besos para todos. Y sed un poco más felices, que el tiempo vuela.



miércoles, 1 de octubre de 2014

Machos Alfa, París y Teorías cuánticas...

Cosillas que he ido leyendo estos últimos días: Según una encuesta realizada en Inglaterra creo, un 74% de las mujeres prefiere a los hombres con barriga antes que a los caballeros con abdominales marcadas. Machos alfa del mundo, id quemando vuestros carnets de gimnasio y tomaos unas cañas con tapa. Según la encuesta, las mujeres piensan que un hombre preocupado por su físico es de trato difícil, aburrido y además las hace sentirse inseguras con su propio físico.
Hagamos una pausa para pensar. A ver, que me parece estupendo todo eso de la belleza interior, pero no nos pasemos. Que el cuerpo perfecto de tu pareja te haga sentir insegura… pues tienes un problema. Y eso de los guapos aburridos, que queréis que os diga, me vienen a la cabeza unos cuantos machos beta  bastante leñazos. Pero como sobre gustos no hay disputas, que cada uno haga lo que quiera. Yo programaré un viaje a Londres para ligar con los machos alfa deprimidos porque no triunfan.
Bueno, más cosas. Hartita estoy ya de las fotos en instagram y twitter saludando al otoño, dejemos de ser tan teletubbies por favor. Aunque este año, en Octubre un poquito antes de mi cumple, me largo a París unos días. Y ahora estoy en pleno proceso pre-viaje, eso de hacer lista de que quiero ver, que zapatos ponerme e intentar ignorar que subiré a un avión. Aunque me encantan los aeropuertos, no me gustan los aviones. Intento engañar a mi mente cobarde convenciéndola que subo a una caja mágica que me llevará donde quiera. Y así me quedo más tranquila.
Como estos días ha llovido, he tenido que refugiarme en el cine. Dos pelis recomendadas, “La gran seducción”, que os recordará un poco a “Dr. en Alaska”, y contra todo pronóstico una de romántica, “Reencontrar el amor”. Esta última, me tuvo con una sonrisa idiota durante todo el rato. Y no es nada cursi. Lo prometo. Mezcla el azar, la física cuántica y esa estraña sensación de cuando conoces a alguien con quien conectas inmediatamente. Apta para cuarentones. Comentamos con mi hermana, que últimamente la física cuántica y los universos paralelos se han puesto de moda entre la gente de nuestra edad. Puede que sea porque es una época en que miramos atrás y nos preguntamos qué hubiera sido de nuestra vida si hubiéramos elegido caminos distintos.

Ahí os dejo la reflexión. Pasad un buen Octubre y sed felices.

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...