lunes, 17 de febrero de 2014

En el invierno de mi descontento...o algo así.


De todos los meses, el que menos me gusta es Febrero. Es un mes “pocho”, acortado, frío e indeciso. La famosa cuesta de Enero, se ha alargado peligrosamente hasta aquí. Hiela por las mañanas, no hay ni un día de vacaciones, los estudiantes tienen exámenes y además me pone de mal humor.
Pero como soy muy “zen”, no dejo que me gane el mal humor y lucho contra él.
Así que armada de buenas intenciones miro la cartelera de cine. Y después de ignorar a la crítica, decido que quiero pasar un buen rato viendo una película. Y voy a lo seguro. “American Hustle”, y descubro grandes interpretaciones, buen guión, y la destrucción absoluta de dos de mis mitos eróticos: Christian Bale y Bradley Cooper. Lo siento chicos, no vuelvo a soñar con vosotros nunca más. Bueno, si vuelvo a ver Batman a lo mejor perdono a Christian.
Salgo a correr con la banda sonora de “La vida secreta de Walter Mitty” en mi mp3. Y pongo en repetición hasta casi la locura “Space Oddity”.
En el tema de lectura, me releo, esta vez en inglés por eso de practicar, “Sense and Sensibility” de Jane Austen. Y le encuentro un sentido al frío de fuera; leer con un té y una manta me aparta de las malas noticias y me reconcilia el mundo.
Descubrimiento placentero del mes de febrero, el chocolate a la flor de sal. Sinfonía de sabores.
Y entre las mejores cosas, nuevo proyecto literario entre manos, en colaboración como siempre de Lluís y Vicenç, estoy ilusionada y feliz por trabajar otra vez con ellos.  
Así, con mi mal humor medio vencido, me decido a salir y celebrar que ya estamos a 17 de Febrero, que hoy es lunes, y los lunes me encantan, y que el mes que viene, empieza la primavera. Y una vez más la luz habrá vencido a la oscuridad.


EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...